Y así como ya han trascurrido 11 años desde que inicie este blog, la cotidianidad aún su agitado curso con la misma rutina e intensidad.
A medida que pasan los días y nosotros cambiamos al igual que el calendario ponderamos las cosas importantes y de menor importancia en nuestras vidas.
Hacemos una limpieza exterior sin olvidar que a veces las mejores limpiezas son las que hacemos en nuestro interior. Y hacemos limpiezas del alma que son tan necesarias según vamos acumulando y nos vamos despojando de memorias infructuosas, de personas que ya no llenan nuestra vida que no calman nuestras inquietudes y no aman las cosas que son importantes para nosotros.
Las limpiezas del alma son imprescindibles para aclarar nuestra mente, labrar nuestro destino y sobretodo limpiar el espíritu. Nos damos cuenta que deben ser parte de la cotidianidad y parte de nuestro desarrollo como seres humanos como la capacidad racional y una emotividad balanceada💙🧹